Casi la mitad de las personas con diabetes tipo 2 tendrá enfermedad renal crónica: cómo cuidar su salud

En etapas avanzadas de la enfermedad renal crónica, se requiere diálisis o trasplante de riñón para mantenerse con vida; por eso, es importante identificar síntomas tempranos.

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Persona con diabetes mide los niveles de azúcar en sangre.
Foto: Commons.

Las complicaciones renales están cada vez más presentes en los pacientes diagnosticados con diabetes. Se estima que hasta el 40 % de las personas con diabetes tipo 2 desarrollará enfermedad renal crónica (ERC), una patología que avanza silenciosamente y que muchas veces se detecta sólo cuando el daño en los riñones es severo.

Esta enfermedad se produce cuando los riñones están dañados y no pueden filtrar las toxinas de la sangre ni regular adecuadamente el equilibrio de agua y electrolitos del cuerpo. En etapas avanzadas, se requieren tratamientos como la diálisis o el trasplante de riñón para mantenerse con vida.

Debido a su carácter epidémico y elevada morbimortalidad, la ERC es un problema de salud pública global. En este sentido, es fundamental que quienes tienen factores de riesgo, como los pacientes con diabetes, tomen acciones preventivas.

“No pueden normalizar los síntomas, ni minimizar señales de alerta. Ante cualquier cambio es fundamental acudir al médico”, aseguró Jorge García, fundador y director de la Fundación Retorno Vital.

Mujer en una consulta médica
Mujer en una consulta médica
Foto: Freepik

La diabetes como precursora de la ERC

Cuando los niveles de azúcar en la sangre no están bien controlados, los pequeños vasos sanguíneos del riñón pueden dañarse, afectando su capacidad de filtración, la regulación del equilibrio corporal y la eliminación de desechos, entre otras funciones. Un estudio realizado por Ipsos, Bayer y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) en Colombia, Brasil, México y Argentina evidenció que el deterioro de la función renal está presente del 30 % al 50 % de los pacientes con diabetes tipo 2.

En las primeras etapas de la ERC puede que no se presenten síntomas evidentes, pero a medida que el daño progresa aparecen señales como cansancio persistente, vómito constante, pérdida de apetito, aumento de peso, calambres, hinchazón en pies y tobillos o cambios en la producción de orina, los cuales deben ser motivo de consulta médica.

De acuerdo con Silvia Rey, asesora médica senior para temas cardiorenales en Bayer, “el 80 % de los pacientes no son diagnosticados con enfermedad renal crónica en etapas tempranas, limitando su a tratamientos oportunos. Además, se estima que solo el 10 % de las personas con problemas renales recibe tratamiento, lo que está ligado a la ausencia de síntomas evidentes y la falta de conciencia sobre la importancia del autocuidado, así como la carencia de una atención integral y coordinada entre diferentes especialidades médicas para abordar las complicaciones de manera efectiva y prevenir su progresión”.

Detectar oportunamente la ERC en pacientes diabéticos puede marcar la diferencia entre mantener su calidad de vida o enfrentarse a complicaciones severas. Es clave que los pacientes con diabetes asuman un rol activo en el cuidado de su salud para evitar complicaciones renales.

Entre las principales estrategias, se destacan:

  • Reconocer el riesgo de padecer ERC como parte de la condición diabética.
  • Mantener un peso saludable.
  • Monitorear y controlar los niveles de glucosa en sangre de forma constante.
  • Mantener una alimentación balanceada, baja en sodio y azúcares refinados, que incluya frutas, verduras, proteínas y grasas saludables.
  • Eliminar el consumo de alcohol y tabaco.
  • Realizar actividad física de forma regular.
  • Acudir mensualmente al médico para el control de la diabetes y solicitar pruebas para evaluar el estado del riñón por lo menos una vez al año.

Edwin Caicedo, El Tiempo/GDA

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