Divertículos en el colon: causas, síntomas, prevención y tratamiento de esta enfermedad frecuente

Los divertículos afectan a gran parte de la población mayor de 50 años. Conocé cómo se manifiestan, qué complicaciones pueden surgir y cómo prevenir su aparición.

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Dolor abdominal
Persona con dolor abdominal.
Foto: Freepik.

Redacción El País
Aunque muchas veces se habla del cáncer como la principal enfermedad del colon, existen otras afecciones muy comunes que también lo comprometen. Tal es el caso de los divertículos, considerados la patología más frecuente del colon en los países occidentales.

Los divertículos son pequeñas bolsas que se forman en la pared del intestino grueso, y se proyectan hacia afuera atravesando la capa muscular del colon. Su tamaño suele oscilar entre los 5 y los 10 milímetros, aunque en algunos casos pueden ser más grandes. Su desarrollo está relacionado con un aumento de presión dentro del colon, que suele darse en personas con una dieta baja en fibra y alta en harinas refinadas. A esto se le suma el sobrepeso, el sedentarismo y, en menor medida, la predisposición genética.

Uno de los factores de riesgo más importantes es la edad. A partir de los 50 años, cerca del 40% de la población tiene divertículos; este porcentaje sube al 50% en mayores de 60 y puede alcanzar el 70% en quienes superan los 80. Aunque no es habitual ver esta afección en personas menores de 40 años, los varones jóvenes con obesidad tienen mayor riesgo de complicaciones.

Una enfermedad crónica que puede pasar desapercibida

En la mayoría de los casos, la diverticulosis (así se llama la presencia de divertículos) no presenta síntomas y suele diagnosticarse de forma casual, a través de estudios solicitados por otros motivos. Se estima que entre un 70% y un 80% de las personas que tienen divertículos no lo saben.

Sin embargo, en los casos en que sí hay síntomas, estos afectan directamente la calidad de vida. Entre los más frecuentes se destacan:

  • Dolor o molestias en el lado izquierdo del abdomen
  • Hinchazón o sensación de distensión abdominal
  • Gases y alteraciones en el ritmo intestinal (como diarrea o estreñimiento)

Si bien estos signos no suelen revestir gravedad, en ciertos casos pueden derivar en complicaciones como infecciones (diverticulitis), sangrados o incluso perforaciones del intestino.

Dolor de estómago
Mujer con dolor de estómago.
Foto: Freepik.

Tipos de diverticulosis y cuándo preocuparse

Según la presencia o no de síntomas y la aparición de complicaciones, se puede clasificar esta enfermedad en diferentes tipos:

  • Diverticulosis colónica asintomática: los pacientes tienen divertículos, pero no manifiestan molestias.
  • Enfermedad diverticular sintomática sin complicaciones: hay síntomas, pero no se detectan daños graves.
  • Enfermedad diverticular complicada: aparecen infecciones, abscesos, fístulas, sangrados o inflamaciones severas.

Dentro de esta última categoría se destacan cuatro escenarios: la diverticulitis simple, la diverticulitis complicada (cuando se presentan abscesos, sepsis o peritonitis), el sangrado diverticular y una forma menos común llamada colitis segmentaria asociada a la diverticulosis.

Cómo prevenir y tratar los divertículos

Una vez que aparecen, los divertículos no desaparecen. Sin embargo, es posible llevar un control adecuado para evitar que generen complicaciones. En los casos asintomáticos no se requiere tratamiento específico, aunque sí se recomienda adoptar hábitos saludables que incluyan:

  • Aumentar el consumo de fibra (idealmente entre 30 y 35 gramos diarios), especialmente de frutas, verduras y cereales integrales.
  • Tomar abundante agua.
  • Disminuir las bebidas con gas.
  • Hacer actividad física con regularidad.

Cuando hay síntomas, además de mantener estas pautas, se sugiere reducir el consumo de carnes rojas y comidas grasas. También se pueden utilizar analgésicos o espasmolíticos para aliviar el dolor abdominal. Algunos tratamientos recientes incluyen el uso de antibióticos como la rifaximina, y en ciertos casos se pueden usar probióticos o mesalazina, según indicación médica.

En los cuadros complicados de diverticulitis —que representan cerca del 75% de los casos con síntomas— el tratamiento incluye dieta, antibióticos y medicamentos para el dolor. El restante 25% puede requerir cirugía, especialmente si hay abscesos, fístulas, obstrucciones intestinales o infecciones severas como la sepsis.

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