Tomar café en ayunas: cardiólogo alerta sobre sus efectos en el corazón y el sistema nervioso

Un experto de la Universidad de Michigan advierte que consumir café con el estómago vacío puede generar una sobreestimulación del sistema cardiovascular si se convierte en un hábito cotidiano.

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Cafe

Un reconocido cardiólogo de Estados Unidos encendió una señal de alerta sobre un hábito tan arraigado como cotidiano: tomar café en ayunas. Aunque parece inofensivo, hacerlo de forma habitual podría traer consecuencias para el corazón.

El Dr. Marschall Runge, cardiólogo, director ejecutivo y decano de Medicina de la Universidad de Michigan, explicó al medio 'Parade' que alrededor de las 10 de la mañana el cuerpo sufre una caída natural en los niveles de cortisol, una hormona clave que regula el estrés, la presión arterial, el ritmo cardíaco y los niveles de energía.

A esa hora, muchas personas notan una disminución repentina en su estado de alerta, diferente al cansancio gradual que aparece después del almuerzo. “El cortisol baja naturalmente alrededor de las 10 am”, explicó el especialista, señalando que ese “bajón” físico y mental empuja a muchos a buscar una solución rápida en la cafeína.

El error de la segunda taza de café

Frente a esa baja energética, es común recurrir a una segunda (o incluso tercera) taza de café. Sin embargo, el Dr. Runge advierte que esta respuesta puede resultar contraproducente. “La cafeína eleva el cortisol, lo que podría amplificar el tono simpático”, explicó. Esto significa que el cuerpo entra en un estado de alerta elevado, similar al mecanismo de “lucha o huida”.

Cuando el café se consume sin haber ingerido alimentos, este efecto puede ser aún más fuerte. “Tener el estómago vacío acelera la absorción de cafeína, lo que podría intensificar sus efectos”, afirmó el experto.

Por qué el café en ayunas puede dañar el sistema cardiovascular

El Dr. Runge subraya que el riesgo no está en el café en sí, sino en el momento en que se consume. A media mañana, muchas personas aún no han comido nada desde el desayuno temprano o solo han tomado líquidos. Ese estado de ayuno permite que la cafeína se absorba de forma más rápida y agresiva, lo que incrementa su impacto en el organismo.

“La cafeína también eleva los niveles de cortisol, lo que puede aumentar la ansiedad o el nerviosismo”, señaló el Dr. Runge. La combinación entre un pico de cortisol y el estómago vacío puede sobreestimular el sistema nervioso, generando una carga excesiva para el sistema cardiovascular.

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Muchos quieren tomar café por la tarde o noche, pero no lidiar con los efectos estimulantes de la cafeína.
Foto: Flickr.

Aunque el consumo moderado de café no representa un riesgo directo, el cardiólogo advierte sobre el efecto acumulativo de repetir este hábito día tras día. “La estimulación repetida podría estresar el sistema con el tiempo”, advirtió.

Esa sobreestimulación constante mantiene al organismo en un estado de tensión que puede pasar desapercibido. Sin embargo, con el tiempo, podría influir en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, sobre todo si se suma a otros factores de riesgo como la hipertensión o el estrés crónico.

¿Qué recomienda el especialista?

El Dr. Runge no propone eliminar el café de la rutina diaria, pero sí sugiere prestar atención al contexto en el que se lo consume. Evitar la cafeína en ayunas y buscar alternativas más equilibradas a media mañana puede ser beneficioso para la salud del corazón.

Entre las opciones recomendadas, el especialista sugiere ingerir un refrigerio liviano, realizar una pausa activa o simplemente hidratarse con agua. Estas medidas permiten transitar la baja natural del cortisol sin recurrir a estímulos artificiales que podrían forzar al organismo a largo plazo.

La Nación/GDA

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