Impacto de las políticas de Trump en los mercados globales: análisis en cuatro frentes clave

Cómo las decisiones recientes en aranceles, inmigración, la Fed y las universidades podrían afectar la estabilidad económica.

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Una pantalla de televisión muestra noticias del mercado en el NASDAQ MarketSite de Times Square, Nueva York, en la mañana del 9 de abril de 2025.
Una pantalla de televisión muestra noticias del mercado en el NASDAQ MarketSite de Times Square, Nueva York.
Foto: AFP

Los primeros 100 días del gobierno de Donald Trump se han caracterizado por un incremento en la volatilidad en todos los mercados y con un incremento en las dudas de los inversionistas en cuanto al estatus que comanda EE.UU. y el dólar en el sistema económico global. La volatilidad sin duda ha sido generada por los decretos supremos emitidos por Donald Trump, ya van 130 en lo que va del año. En comparación, en su primer año como presidente, Joe Biden emitió 77 decretos y Trump en su primer mandato emitió 55. Además de los decretos supremos, debemos considerar el impacto de las afirmaciones y opiniones de Trump, emitidas mediante la plataforma X acerca de cualquier tema social y económico.

Si nos enfocamos en los impactos económicos y financieros los decretos y afirmaciones de Trump, resaltamos aquellos relacionados a:

· Aranceles

· La Reserva Federal y el presidente de su junta directiva, Jerome Powell

· Inmigración

· Ataques a las Universidades

Ante una situación de alta volatilidad e incertidumbre, los inversionistas deben medir los impactos a corto y a largo plazo si se llegase a aplicar estas políticas.

Entre la negociación agresiva y el riesgo sistémico

El objetivo de aplicar aranceles y las amenazas de incrementarlos, pareciera ser el de negociar una situación que según Trump sea mejor para EE.UU. a largo plazo, sin importar el impacto negativo que los aranceles tengan sobre la inflación, el crecimiento del PIB, e incluso el desempleo.

A corto plazo hemos visto que sus políticas han causado caídas importantes en los mercados de Renta Variable y un incremento en las tasas de los Bonos del Tesoro a 10 años. Este incremento de las tasas parece que fue lo que llevó a Trump a retrasar la aplicación de los aranceles por 90 días. Lo más probable es que la volatilidad a corto plazo continúe, pero lo más preocupante es el largo plazo. El ataque a los supuestos aliados de EE.UU. con aranceles altos probablemente llevará a que se creen nuevas redes de suministros, se establezcan nuevas alianzas comerciales, y que surja otra divisa dominante a nivel de comercio internacional que no sea el dólar.

El privilegio de ser el país receptor de los ahorros internacionales y de ser el emisor de la divisa dominante pasará a otro país o región, lo que llevará a un crecimiento económico mayor en ese país/región, con EE.UU. quedando aislado, con una economía relativamente más débil y con un probable incremento en el desempleo y la inflación a largo plazo. Ante esta situación, obviamente es imposible predecir cuál será la divisa ganadora, pero ante una posibilidad de que el dólar pierda su estatus mundial, los inversionistas deberían diversificar sus carteras y buscar exposición a otros países, otras regiones, y otras divisas, así también como a los commodities, especialmente a los metales preciosos.

La Fed, la inmigración y el rol de las universidades en la economía

Los ataques a la Reserva Federal y a Jerome Powell son peligrosos, ya que la fortaleza de una moneda tiene como uno de sus factores la estabilidad e independencia de la política monetaria y del Banco Central. Si un Banco Central llegase a perder la credibilidad con los mercados creyendo que las decisiones se toman en base a la política de gobierno y no en relación a datos macroeconómicos, lo más probable sería un desanclaje de las expectativas de inflación por parte del mercado.

Ante esta situación, se esperarían caídas fuertes en los mercados de Renta Variable e incrementos bruscos en los rendimientos de los bonos y letras del tesoro. También se llegará a cuestionar el estatus del dólar como reserva internacional. Es decir, que se llevaría a cabo un desmantelamiento total del orden post-Bretton Woods con impactos negativos a nivel mundial, pero sobre todo sobre la economía estadunidense, si es que los inversionistas internacionales llegasen a liquidar sus posiciones en bonos del EE.UU.

La postura antinmigración podría tener un impacto en la economía mediante un incremento en la inflación vía el costo de los alimentos, ya que muchos inmigrantes trabajan en la cosecha. Sin mano de obra para cosechar estos productos, se generaría una escasez en los mercados. Adicionalmente, solo por temor a ser deportados, la llegada de inmigrantes ilegales se reduciría, lo cual tendría un impacto en la demografía de EE.UU. Si bien es un país en el cual la población promedio es todavía joven, especialmente en comparación a Europa, China, y Japón, una reducción en el nivel de inmigración tendría efectos negativos en el potencial de crecimiento económico a largo plazo, generando así un incremento en el nivel de deuda pública y en el déficit fiscal.

Los ataques a las universidades y la suspensión aparentemente aleatoria de visas estudiantiles, hace que estudiar en Estados Unidos sea menos atractivo. El atractivo se reduciría incluso más, si se busca reducir los caminos a una inmigración legal, lo cual haría de una educación en EE.UU. muy cara en relación a la obtención de permisos de trabajo a futuro.

Sería imposible negar que mucho del éxito económico de EE.UU. desde su fundación y en especial sobre los últimos 100 años se debe mucho a la inmigración. Basta con ver la cantidad de patentes emitidos a inmigrantes, la cantidad de ejecutivos que son inmigrantes con cargos altos en las mayores empresas estadounidenses, y la cantidad de científicos inmigrantes que sin duda ayudaron a que el país salga como gran vencedor durante la Segunda Guerra Mundial y en la carrera para ser el primer país en llegar a la luna.

Un ataque a las universidades resultaría en una reducción en su atractivo para estudiantes extranjeros que buscan desarrollar sus habilidades y establecerse en EE.UU. a largo plazo, limitando así el potencial económico del país. A corto plazo, las economías de las distintas ciudades y pueblos donde se encuentran estas universidades se verían afectadas por una caída en la demanda regional de hospedaje, alimentos, seguros universitarios de salud, etc.

Conclusiones

Si bien hay muchas otras políticas y proyectos del gobierno de Donald Trump que pueden tener impactos negativos en el mercado, el juego que estamos viendo que un día sí y el otro día no, y así sucesivamente, socava la credibilidad de ese país en cuanto a su estatus como economía dominante y emisor de la divisa de reserva. El enfoque es netamente en las políticas que más preocupan a corto y largo plazo.

A corto plazo, los riesgos sugieren que se deben diversificar carteras con activos globales y una reducción a los mercados de EEUU y al dólar. A largo plazo, los riesgos sugieren pensar en invertir en otras divisas e incrementar la exposición a mercados que podrían beneficiarse de una relación económica multipolar y quizás con un sesgo a los mercados domésticos para así fomentar el desarrollo económico local. Si bien esta no es una receta para evitar caídas y la volatilidad, la diversificación podría ser la clave para fortalecer las carteras con vista al largo plazo.

- El autor, Mario Aguilar, es estratega de Carteras senior en Janus Henderson Investors.

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