Redacción El País
Las designaciones de la exsubsecretaria de Cancillería Carolina Ache para la embajada de Portugal y de la exvicepresidenta Beatriz Argimón como representante de Uruguay ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) generaron rispideces en el arco político.
En especial, dentro de la oposición hubo señalamientos a que la elección de Ache respondía a un pedido del prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz. Por ejemplo, el senador Javier García aseguró que la designación de Argimón está vinculada a “una especie de presentación pública para licuar” la de Ache para Portugal, “cuyo abogado personal es del Poder Ejecutivo”.
Díaz, quin fuera abogado persona de Ache en la causa donde se investigó la entrega del pasaporte a Sebastián Marset mientras era subsecretaria de Cancillería, asegura que no tuvo "nada que ver" en la designación de ella para ser embajadora.
"Es una decisión que toma el canciller con el presidente", afirmó en diálogo con Arriba Gente (Canal 10). Consultado por si le consultaron antes de tomar la decisión, respondió enfático: "No, capaz que me hubiera gustado que me preguntaran. Sería un tema de discusión, habría dado mi opinión".
A pesar de no haber sido consultado, reafirmó que su opinión "es la del gobierno" y apoya "las decisiones que toma el presidente".

Díaz confirmó que hubo un pedido de informes elevado al gobierno para conocer cuál es su vínculo con Carolina Ache. En la entrevista, el prosecretario aseguró que "la relación profesional terminó hace más de siete meses cuando se archiva el caso Marset. Ella no tiene ninguna causa abierta, ni está siendo investigada. Además desde el 1° de enero no ejerzo la profesión".
En la misma línea, y a raíz de las diversas investigaciones que dieron como resultado la renuncia de tres jerarcas antes de los 100 primeros días de gobierno, Díaz sentenció: "Están buscando los trapos sucios. cuando uno no tiene trapos sucios, está tranquilo".