Una funcionaria municipal del Parque Villa Dolores declaró, en el marco de una investigación istrativa ordenada por la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM), que un proveedor presentó facturas en 2024 por entregas de alimentos para animales que excedían en 800 kilos a los montos de compras ordenados por los veterinarios del zoológico, según dijeron a El País fuentes municipales.

La funcionaria detectó las incongruencias entre los alimentos solicitados por los veterinarios y las facturas del proveedor fechadas en marzo y mayo de 2024, según declaró en el marco de una investigación istrativa decretada por la IMM. Agregó que el proveedor entregó comida para los animales durante 15 años.

En la declaración de la empleada municipal no surge si también existieron irregularidades en las facturas de abril de 2024, afirmaron las fuentes.

El testimonio fue tomado en junio de 2024 tras constatarse un faltante de dinero de una caja guardada en la dirección del Parque Villa Dolores. Ese dinero tenía como destino el pago a los proveedores.

En otro tramo de su declaración, según las fuentes, la funcionaria dijo que el 2 de abril de 2024 le pidió al proveedor de frutas y verduras que le diera las facturas correspondientes a las entregas de mercaderías realizadas hasta la fecha para realizar el pago y quedar al día.

El proveedor no entregó dichas facturas en tiempo y en forma pese a la insistencia de la funcionaria del zoológico. Recién el 21 de mayo de 2024, la trabajadora municipal recibió varias facturas correspondientes a entregas de mercaderías hechas hasta el 19 de marzo.

Faltaban facturas correspondientes a una parte de marzo, todo abril y mayo, según declaró la trabajadora en el marco de la investigación istrativa.

También señaló que el proveedor realiza las entregas de alimentos para animales una vez por semana, los días martes.

Al percibir que faltaban varios documentos de cobro, la funcionaria llamó otra vez al proveedor para solicitarle las facturas pendientes.

"Pero además observé que las cantidades de mercaderías registradas en las facturas eran significativamente superiores a las determinadas por los médicos veterinarios del Parque (354 kilos semanales), en base a la dieta estipulada para la cantidad de animales que residen en Villa Dolores, contabilizando un excedente de 329 kilos en las siete facturas recibidas", testificó la funcionaría según supo El País.

¿Qué hizo la funcionaria al percibir esas incongruencias en las facturas del proveedor?

Las fuentes expresaron que la empleada municipal se negó a pagar al observar las diferencias en lo dispuesto por los veterinarios y las facturas y le exigió por tercera vez al proveedor que le entregara los documentos de cobros que faltaban.

En forma paralela, la funcionaria alertó sobre la anomalía que había detectado en las facturas del proveedor al director operativo del zoológico y al capataz general, ya que este último es el encargado del economato.

Las fuentes señalaron que el siguiente martes (28 de mayo de 2024), día de entregar mercaderías, el proveedor dio en mano a otra funcionaria, que trabaja en el economato del zoológico, una tanda más de facturas. Al ser controladas por la empleada istrativa, faltaban tres documentos de cobros correspondientes a entregadas de mercaderías realizadas el 26 de marzo, 14 de mayo y 21 de mayo de 2024.

La funcionaria istrativa volvió a detectar incongruencias en esa tanda de facturas entre los pedidos de alimentos hechos por los veterinarios y lo que entregó el proveedor.

En este caso, dijeron las fuentes, las cantidades de frutas y verduras excedían en 471 kilos de lo que habían solicitado los veterinarios, los que sumados a la cifra constatada en un primer momento (329 kilos), hacían un total de 800 kilos de excedente en las facturas recibidas.

La funcionaria informó de esta situación al director operativo, dos capataces, un coordinador y un veterinario del Parque Villa Dolores.

A partir de ahí, las autoridades istrativas del Parque Villa Dolores ordenaron al capataz general que solo se iba a pagar las cantidades de frutas y vegetales establecidas en la planilla de consumo de animales elaborada por el cuerpo veterinario, lo cual fue comunicado al proveedor.

Foto: Estefanía Leal.

Las fuentes sostuvieron que la funcionaria también señaló a los instructores de la investigación istrativa que el dinero de la caja robada correspondía al pago de frutas y verduras ($ 249.000), de raciones ($ 74.250) y de servicios veterinarios ($ 50.000). Según la empleada istrativa, en la caja hurtada habían $ 373.000, mientras que los dirigentes de Adeom señalaron que dicha caja contenía unos $ 800.000.

La caja se encontraba en un mueble al costado del escritorio de la funcionaria istrativa. Al lugar no llega público, porque lo impide un mostrador. Sí podían acceder a ella otros funcionarios del Parque Villa Dolores.

Según las fuentes, la empleada istrativa declaró que la última vez que vio la caja fue en la tarde del 4 de junio de 2024 cuando sacó dinero para pagar al proveedor que trajo al zoológico la ración canina. Y agregó que constató la ausencia del dinero el 11 de junio de 2024 cuando pretendió pagar al proveedor de frutas y verduras.

Además, declaró que muchas personas sabían en el zoológico dónde se guardaba la caja de caudales: el director istrativo, el director operativo, los capataces, veterinarios y funcionarios del economato. Es decir, unos 20 funcionarios del Parque Villa Dolores conocían la ubicación del dinero. También los proveedores, quienes reciben los pagos en efectivo.

El faltante del dinero de la caja es investigado por la Fiscalía.