Muchos tricolores lo recordarán en la vereda de enfrente, porque Ernesto Oglivie les ganó una Liga Uruguaya de Básquetbol defendiendo los colores de Hebraica Macabi en 2023.

Pero a ahora el panameño viste de tricolor y es uno de los responsables directos de que Nacional siga con vida en la definición contra Aguada, aunque no sea quien generalmente acapare los flashes.

Se unió al plantel de Álvaro Ponce a mediados de marzo en lugar del venezolano Nestor Colmenares, un recambio para reforzar al equipo de cara a Playoffs. Formó tridente extranjero con James Feldeine (ahora Michael Smith) y Maozinha, y calzó como anillo al dedo.

Ala-pivot de 35 años y 1,99 metros de altura, encontró su rol enseguida gracias a su constante aporte goleador, presencia en la pintura y cabeza fría en los momentos más calientes del partido.

Foto: Ignacio Sánchez.

“Aguada es un gran equipo, no hay que darle segundas oportunidades, pero esta vez tuvimos la jerarquía para aguantar. El domingo los teníamos ahí, lo dejamos ir por cosas de nosotros que no pueden pasar, somos un equipo muy joven, pero hay jugadores con experiencia y tenemos que saber lidiar con esas situaciones", dijo (en diálogo con El Espectador Deportes) luego del triunfo tricolor en la quinta final, partido que debió remar casi todo el último cuarto con cuatro faltas personales: “Porque el equipo me necesita en la cancha”.

Es el primero en arrimarse a un compañero que pierde una pelota, o que lo traicionan los nervios, se apura y falla un pase o tiro simple. Pero además de ese trabajo silencioso, intangible, también se faja con Frank Hassell, Jamil Wilson, Agustín Zuvich y el que venga, ante la falta de un pivot consistente que lo acompañe en la pintura, porque el brasileño cada vez juega menos minutos. Defiende y ataca con el mismo ímpetu, y promedia entre las cinco finales 14,4 puntos y cinco rebotes.

Al revés de Maozinha y por razones obvias, cada vez permanece más tiempo en el rectángulo de juego. Es una pieza clave en el esquema de Ponce porque suma desde el aspecto táctico, psicológico y, por supuesto, físico.