Cavenaghi con Ovación: el secreto para convertir a Racing en un club que vende a Europa y el interés de Bayern que parecía "joda"

"Nos llegó una carta y creíamos que era una joda de algún amigo. No tenía ni el escudo y decía que era un club alemán que estaba interesado", dijo sobre el primer o del extranjero.

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Fernando Cavenaghi. Foto: Francisco Flores.
Angel, Asteggiante

Desde el Estadio Monumental, Fernando Cavenaghi —ídolo en River Plate de Argentina y máximo goleador del club en el siglo XXI— habló con Ovación sobre los cimientos del proyecto deportivo que lo llevaron a convertirse en el presidente y director deportivo de la Sociedad Anónima Deportiva de Racing de Sayago.

Entre otras historias, contó que en su momento él y sus socios recibieron un mail de Bayern Munich y pensaron que era una "joda" de un amigo, pero decidieron confiar. El tiempo los premió y hoy no solo están embarcados en la iniciativa, sino que también sorprenden con ventas millonarias de jugadores a Europa.

-¿Qué te llevó a apostar por un proyecto deportivo, como el de Racing, en Uruguay? ¿Tenías un vínculo afectivo?

-No, no tenía más que de ir de vacaciones. Pero la realidad es que, cuando uno ve a Uruguay en relación a la población, a la cantidad de jugadores buenos que salen, entiende que es un mercado de oportunidad para entrar y estar. Obviamente que la estabilidad del país, la seguridad jurídica, nos dio una tranquilidad pensando en el largo plazo porque nuestro proyecto era de formación. Así como a mí me ha servido mucho la formación que tuve en River, independientemente de llegar a Primera o no, entendimos que este era un muy lindo lugar para desarrollar el talento y darle las herramientas que había aprendido en otros clubes.

Fernando Cavenaghi. Foto: Francisco Flores.
Angel, Asteggiante

-Justo River es un ejemplo en infraestructura, pero ¿cómo te motivás cuando partís de una base tan precaria?

-Te motivás por la visión. Y hay otra cosa: este no es el mismo River que cuando yo llegué o volví en 2014; el club ha evolucionado a pasos agigantados en un montón de aspectos. Uno tiene que ponerse en la situación del lugar en el que está y pensar en qué se puede hacer mejor, con un crecimiento sostenido, pasito a pasito, sabiendo que cuesta. De hecho, Racing viene creciendo sostenidamente, dándole herramientas a los jugadores para que solo se preocupen por jugar. Hay pasos que son invisibles, que hoy ya el jugador los naturaliza y hacen que el club funcione muy bien. Es un espacio de desarrollo para jugadores que no tienen lugar en otros clubes o no les dan esa oportunidad que es tan necesaria. Somos una plataforma de oportunidad que hoy estamos vendiendo a Europa y en este mercado cerramos dos jugadores: Dylan Nandin (Arouca de Portugal) y Verón Lupi (casi cerrado a Grasshopper). Dylan vino de Cerro y terminó rindiendo y Verón Lupi de Quilmes de Argentina. También vendimos a Mouriño y hoy proyectamos con Thiago Espinosa o Mateo Cáceres, que llegó de Tigre. Se les da el espacio para jugar y se empiezan a revalorizar. En Uruguay hay jugadores buenos; lo que necesitan es espacio, que es lo que priorizamos.

-¿Las SAD son un camino para explotar el talento del fútbol uruguayo?

-Cada club tiene su forma y filosofía de juego. El fútbol uruguayo tiene una historia importantísima y hay distintas formas de verlo y gestionarlo. El nuestro fue sumarnos a un club histórico, como Racing, con un nombre como La Escuelita, para apostar a la formación de jugadores. Buscábamos sumarnos a un club tradicional, pero con un proyecto de mejora del desarrollo del talento.

Pablo Budna, secretario técnico de Nacional junto a Fernando Cavenaghi y Andrés D'Alessandro.
Pablo Budna, secretario técnico de Nacional junto a Fernando Cavenaghi y Andrés D'Alessandro.
Foto: Transfer Room.

-¿Cómo fue el día que recibieron un mail del Bayern y Los Angeles?

-Fue espectacular porque nos llegó una carta al club y creíamos que era una joda, de algún amigo. No tenía ni el escudo y decía que era un club alemán que estaba interesado. Entonces, a partir de ahí, dijimos “no perdemos nada” y, con descreimiento, lo contestamos. Empezamos a generar una relación y ya la segunda carta vino con el escudo y hasta el día de hoy yo creo que no somos conscientes. Fue un shock muy grande. Cuando iniciás un proyecto, imaginás, soñás, pero si me decís que en tres años vendés tres jugadores a Europa, te diría “estás loco”. Con esto lo mismo. Hay cosas que van sucediendo como consecuencia del trabajo.

Fernando Cavenaghi y Andrés D'Alessandro en el TransferRoom
Fernando Cavenaghi y Andrés D'Alessandro en el TransferRoom en Buenos Aires.
Foto: Diego Domínguez.

-¿En qué parte entra Los Angeles FC en esta ecuación?

-En realidad es así: Bayern Munich y Los Angeles crearon un t venture, se fusionaron y son dueños en un 50-50 de Red & Gold, una estructura independiente que tiene clubes en diferentes lugares del mundo. En Sudamérica, donde ellos buscan plataformas de talento para exportar, el representante es Racing. Pero, más allá de la estructura, seguimos siendo un club y lo importante es tener un horizonte unido con la identidad que le da la asociación civil de la mano de su presidente, Washington Lizandro y la directiva. En Estados Unidos, obviamente, están Los Angeles FC. En Gambia, Senegal y Camerún hay una academia, pero no es un club; forman chicos y los llevan para Europa. Los Ángeles hoy es dueño de Grasshopper de Suiza (que está cerca de comprar a Tomás Verón Lupi) y Wacker Innsbruck, que es un equipo histórico de Austria. Así está conformada la estructura. Después, hay varios clubes aleatorios, como Queens Park Rangers, y otros que son amigos que si bien no forman parte del grupo, están muy cerca.

Fernando Cavenaghi.
Fernando Cavenaghi.
Foto: Francisco Flores.

-¿Tu rol específicamente es como presidente y director deportivo de la SAD?

-Sí, me encargo con un equipo de trabajo. Somos muchos y hoy la estructura se está agrandando, por suerte. También es trabajo para la gente: cada vez tenemos más jugadores, a quienes queremos proyectar en una carrera futura, darles crecimiento, enseñanza.

-¿Qué sentís al estar en un estadio como este (por el Monumental)?

-Siempre es lindo volver a River. Esta es mi casa. Yo viví acá en el club durante seis años. Hice el colegio abajo de la tribuna... Entonces, gran parte de mi vida la pasé acá adentro y para mí siempre volver es lindo. Y si bien este es otro rol, porque no vine en relación a River, sino vengo como presidente de otro club, es espectacular. Tengo muchos amigos, gente que trabaja y es hermoso.

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