Redacción El País
Miguel Mateos vuelve a Uruguay con un clásico. El músico anunció que celebrará los 40 años de Rockas vivas, uno de los álbumes más vendidos de la historia del rock argentino, que fue grabado mayormente en vivo en el Teatro Coliseo de Buenos Aires en abril de 1985.

El disco, firmado junto a Zas —la banda que supo liderar con su hermano Alejandro—, incluye versiones en vivo de clásicos como "Tirá para arriba", "En la cocina (huevos)" y "Extra, extra". Rockas vivas abre con una canción grabada en estudio, "Perdiendo el control"; el resto fue registrado en el Coliseo.

Todos esos temas se escucharán en vivo en el Auditorio Nacional del Sodre, cuando el argentino se presente en la sala Eduardo Fabini el miércoles 1° de octubre. Las entradas ya están a la venta en Tickantel, y los precios van de 1650 a 4440 pesos.

El show estará enmarcado en la gira Retrospectiva, que no solo hará un repaso por aquel disco en vivo sino que también tendrá otros clásicos del período que va desde 1981 a 1985. Tras el anuncio del tour que ya recorrió Argentina e incluso llegó a Estados Unidos y Canadá, el músico celebró la noticia con un mensaje publicado en sus redes.

“Hoy que la inteligencia artificial te arma una canción en segundos, una canción del género que eliges y te sugiere una letra con el contenido que prefieras, con todas las ideas preconcebidas y robadas del universo de la música en una nube", escribió. "Hoy que ese mero menjunje de algoritmos (por ahora) que solo reproduce lo que ya sucedió nos empieza a controlar, yo decidí hacer una retrospectiva porque me di cuenta de la arrolladora fuerza de las canciones hechas con fuego, sangre, sudor y lágrimas".

"Mi vida desde 1981 a 1985 y la vida de todos, 40 años del álbum Rockas Vivas, como una síntesis premonitoria desde la clandestinidad y acomodado en mi artística trinchera, celebro el 2025 con todos ustedes”, cerró.

En una entrevista con el diario argentino La Nación, Mateos también recordó aquella época. "Fue un gran momento del rock argentino", dijo. "Yo me sentía parte de un movimiento, con Virus, con Los Abuelos de la Nada, con Soda Stereo... Teníamos en común una forma de encarar la música, un espíritu de renovación".