Redacción El País
Este jueves se vivió un momento insólito en plena emisión de Desayunos informales, el magazine matinal de Canal 12. Lucía Rodríguez, una de las conductoras del ciclo, despertó la carcajada de sus compañeros tras un descuido que se vio al aire y que trastocó el ritmo del programa.

Todo ocurrió cuando Diego Jokas llamó, entre risas, la atención de Rodríguez. "¿Qué hacés descalza? ¿Te mataron con el plano abierto?", le preguntó a la humorista. "Nunca voy a estar regia, porque me pusieron unas botas muy chicas y tenía los piecitos dormidos", respondió con una carcajada. "Me los saqué un poquito, pero no me di cuenta de que ya veníamos al aire. ¡Estoy llorando! ¡No sabés lo que me duele el dedito!".

Lucía Brocal, otra de las conductoras, intercedió en la charla y aclaró que Rodríguez estaba usando unas botas "dos talles menos" que el suyo. "Qué maldad de parte de la vestuarista", bromeó. "¡Pero te entró igual!", sumó Jokas. La humorista, entonces, respondió tentada: "¿A qué costo? Yo estaba con el piecito dormido, les pido disculpas. Les hago pasar vergüenza. Tengo el pie muy dormido, no sé si se va a poder recuperar".

A esa altura, todos en el estudio estaban tentados. "Yo voy a hacer un llamado de humanidad a la vestuarista del canal: ¿le pueden alcanzar unas botas de su talle?", preguntó Brocal. "Es que estoy muy matcheada", replicó Rodríguez en referencia a su look. "Una cosa es estar matcheada y otra es estar muriendo, con la bota en la mano", le reprochó.

Pero aún faltaba un detalle: cuando Rodríguez levantó el pie, se le vio la media rota. El detalle, claro, despertó todavía más carcajadas en el equipo, y el musicalizador de Desayunos informales emitió el estribillo de "Corazón con agujeritos". "¿Te agarraron las polillas?", bromeó Jokas. "Es una media cancan muy vieja, que me la pongo porque tengo frío", aclaró la protagonista involuntaria de la situación.

Para tratar de remontar el programa, alguien de producción le lanzó un marcador para que se tapara el agujero. Sin embargo, cuando levantó el pie descubrió que tenía varios más en la media. "Ay, yo les pido disculpas", dijo, con lágrimas en los ojos por tanto reírse. "¡Estoy llorando! Que me traigan una cinta, me encinto el pie y me pongo la bota. No le cuenten a las autoridades del canal porque me van a echar", lanzó.

Y luego de recibir una cinta scotch plateada, se encintó el pie. "Digan que estoy lesionada. Y no quiero que nadie ande contando en los pasillos del canal porque me van a echar", remarcó con una última carcajada.