Redacción El País
“Si hay una forma de congelar el tiempo, ¿por qué no usarla a mi favor?”. Con esa pregunta como disparador, la modelo, empresaria y comunicadora Natalie Yoffe compartió su experiencia personal con la preservación de óvulos en el canal de YouTube de SURH (Sociedad Uruguaya de Reproducción Humana), en el marco de la Semana de la Fertilidad.

Invitada a un nuevo episodio de Diálogos fértiles, Yoffe —que tiene una marca de ropa y es ista de La previa de Gran Hermano en Canal 10— habló abiertamente sobre el proceso que vivió hace tres años, cuando decidió congelar óvulos. Lo hizo en un formato íntimo, acompañada por tres referentes en medicina reproductiva: la doctora Dana Kimelman, la licenciada Jenny Stiglitz y la embrióloga Jimena Alciaturi.

“Cuando una tiene 25 o 30 años dice: ‘Tengo mucho tiempo por delante’, pero van pasando los años… La biología de una es algo natural. Me estaba angustiando un poco. En ese momento no estaba preparada para ser madre. Dije: ‘Si gracias al avance de la medicina hay una manera de congelar el tiempo, lo voy a hacer’”, arrancó contando Yoffe.

En otro tramo de la charla, se refirió a las presiones de la sociedad y remarcó la importancia de poder elegir: “Nadie te puede decir cuándo tenés que ser madre, o por qué, o que las mujeres venimos al mundo a ser madres. Eso es retrógrado y anticuado", sentenció. Y agregó: "Tenemos que deconstruirnos. Si querés ser madre sola, sé madre sola. A mí me dio una tranquilidad enorme haber congelado óvulos”.

Recordó ese momento clave con gran entusiasmo: “Tenía una felicidad enorme”, recordó. El proceso fue intenso, físico y emocional: “Me empecé a hinchar, me miraba al espejo, veía que se me formaba una pancita y decía: ‘Ahora no, pero cuando quiera ser madre, me voy a ver así’. Era toda una ilusión”.

Durante la entrevista, Yoffe cuestionó los mandatos sociales que pesan sobre las mujeres. “A determinada edad tenés que tener una carrera, casarte, tener tu primer hijo, después cuándo se viene el segundo... Siempre con la obligación de tener un compañero. Y a veces no es necesario. ¿Y si quiero ser madre sola? ¿Y si no quiero ser madre?”.

También se animó a compartir un momento de tensión que vivió con una profesional de la salud cuando tenía 35 años: “Una doctora me dijo: ‘¿Por qué no tenés hijos ahora?’ Yo estaba en pareja en ese momento (NdR: estaba casada con el hoy senador Andrés Ojeda) y le dije: ‘No tenemos deseos’. Me contestó: ‘Probá ser madre ahora, porque las personas que congelan sus óvulos son las que van a someterse a un tratamiento oncológico’”.

La médica insistía en que no era necesario esperar, pero Yoffe, sin poder creerlo, acudió a su psicóloga de entonces y tampoco obtuvo la mejor respuesta: "En parte tiene razón la doctora", le dijo su terapeuta.

Por fortuna, contó, se cruzó en su camino la doctora Lucía Abulafia, quien la habló en otro tono y le mostró el abanico de posibilidades que tenía enfrente para que tomara la mejor decisión.

La experiencia de congelar óvulos, dijo, la hizo sentir aliviada y le llevó cierta tranquilidad respecto al paso del tiempo. Además, le dio una perspectiva distinta sobre la maternidad.

“Sentía que si no era madre no me iba a sentir realizada como mujer. Pero hoy me estoy realizando desde otro lugar, haciendo lo que me gusta. Digo: ‘Por suerte tengo esa posibilidad para el futuro’”.

También dejó un mensaje para las mujeres que puedan sentirse presionadas o juzgadas: “Basta de ese concepto de que la mujer a los 40 tiene que tener sus dos hijos y cocinar. Las generaciones más grandes te dicen: ‘¿Todavía no querés ser mamá?’. Te ven como un bicho raro. No es el momento. Estoy feliz no siendo madre y tengo derecho a elegir", expresó.

Al detallar la logística que implica mantener sus óvulos congelados, comentó que ella decide renovar dicho contrato año a año. “Cuanto más años concretes de entrada, tenés un beneficio económico, pero yo prefiero ir año a año y ver qué me depara el futuro”, concluyó respecto a la chance de ser madre.