La maestra rural que actuó en "El Encargado", tiene un amor de película y trae su unipersonal a Uruguay

Miriam Odorico vuelve a Montevideo para presentar “Una”, un unipersonal filosófico sobre la identidad dirigido por su esposo. Antes, habló con El País sobre su extensa carrera, el teatro y los éxitos en TV.

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La actriz argentina Miriam Odorico vuelve a Uruguay para presentar el unipersonal "Una", en el Teatro Stella.
La actriz argentina Miriam Odorico vuelve a Uruguay para presentar el unipersonal "Una", en el Teatro Stella.
Giampaolo Sama'

No tiene idea de por qué se anotó a estudiar actuación a los 14 años, pero aquellos primeros pasos en la Escuela Municipal de Teatro de Avellaneda, en Buenos Aires, rodeada de adultos, la marcaron para siempre. Mucha agua corrió bajo el puente antes de que Miriam Odorico (64) pudiera vivir del arte. Fue maestra rural, moza y secretaria, hasta que el teatro infantil primero, la obra La omisión de la familia Coleman después, y finalmente la televisión, le permitieron abrirse camino y consolidar una carrera.

Días atrás terminó de grabar la cuarta temporada de El Encargado, la popular serie de Disney+ protagonizada por Guillermo lla. Allí encarna a Susana, una de las vecinas de este edificio donde transcurre la trama. También participó en la miniserie sobre la vida de Carlos Menem —cuyo estreno en Prime se postergó—, en la que interpreta a una vidente.

Mientras ensaya Al final las tragedias no mejoran a nadie, una comedia teatral que protagonizará junto a Graciela Stefani y Dalma Maradona, Odorico regresa a Uruguay con Una, el unipersonal escrito y dirigido por su esposo, el dramaturgo italiano Giampaolo Samà. La cita es el sábado 14 de junio en el Teatro Stella.

Premiada con el Florencio a Mejor Espectáculo Extranjero en 2022, la función cuenta con el apoyo del Instituto Italiano de Cultura. Las entradas están disponibles en RedTickets.

Al finalizar, el público podrá participar en un conversatorio con la actriz y el director para seguir profundizando en la esencia de la obra: ¿Quién soy? ¿Cómo me ven los demás? ¿Puedo ser solo una?

Antes de volver a Montevideo —una ciudad que le remite a su infancia en Avellaneda—, Miriam Odorico habló con El País sobre sus inicios, su carrera, su experiencia audiovisual y su amor por el arte.

Miriam Odorico como Susana en "El Encargado", compartiendo escena con Guillermo lla.
Miriam Odorico como Susana en "El Encargado", compartiendo escena con Guillermo lla.
Foto: captura de pantalla

—Tu familia no iba al teatro, pero en una excursión escolar se despertó algo en vos, ¿fue así?
—No me acuerdo a qué teatro fuimos, pero eran unas marionetas y me quedó grabada esa experiencia. Éramos hijos de inmigrantes y, en esa época, no se iba con los hijos al teatro, al cine, ni a comer afuera.

—¿Qué te enamoró del teatro?
—Me marcó porque me dejó un gran recuerdo. De niña veía la serie Yo amo a Lucy y me fascinaba Lucille Ball: hacía tantas gracias con cero vergüenza. Vino de ahí.

—Primero fuiste al Teatro Roma a estudiar italiano y, a los 14 años, te anotaste en la Escuela Municipal de Teatro de Avellaneda. ¿Qué recordás de esa época?
—Hoy me sorprende que mis padres me dejaran empezar teatro tan joven. Salía a las once de la noche y volvía sola caminando a casa, que quedaba a cuatro cuadras. Era otra época, pero plena dictadura. Ni yo sé por qué me anoté. Interpretaba escenas que no había vivido y rodeada de adultos. Fue fuerte, pero eso forma parte de lo que soy.

—También fuiste maestra rural en El Bolsón. ¿Cómo fue esa experiencia?
—Terminé el profesorado de enseñanza primaria, me fui al sur unos años y trabajé unos meses como maestra, pero di cuenta de que no era lo mío. La electricidad nos la daba YPF, los micros llegaban solo los viernes, los niños vivían en la escuela. El viento, el polvo y el frío eran muy intensos, y el paisaje, desértico. Aguanté un tiempo; fue una experiencia fuerte.

—¿En ese período también trabajaste como secretaria y moza?
—Sí, hice un poco de todo antes de empezar a vivir de la actuación. Muy jovencita tuve a mis hijos, me separé cuando el menor tenía seis meses, así que había que sostener todo.

—¿Cuándo pudiste  vivir del arte? ¿Era una meta?
—En 1997 empecé a hacer teatro para niños con el grupo Libertablas. No me propuse vivir de esto, se fue dando. Estuvimos años haciendo espectáculos en colegios, con horarios muy sacrificados. En 2005 estrenamos La omisión de la familia Coleman en Timbre 4 y explotó. Empezamos a hacer giras por el mundo, agotábamos funciones. Desde entonces, no necesité otros trabajos.

Miriam Odorico junto a Nazareno Casero, Violeta Urtizberea y Julieta Nair Calvo en "Las Estrellas".
Miriam Odorico junto a Nazareno Casero, Violeta Urtizberea y Julieta Nair Calvo en "Las Estrellas".
Foto: @miruodorico

—Te hiciste conocida por tu trabajo en exitosas tiras, ¿te gusta hacer tele?
—Me encanta. Se aprende un montón y es muy distinta al teatro. Primero hice algunos bolos, después vinieron Farsantes, El Puntero, Los ricos no piden permiso, Signos, Las Estrellas, Mi hermano es un clon, ATAV, y recién terminé de grabar la cuarta de El Encargado.

—¿Qué disfrutaste más de El Encargado?
—El reconocimiento de la gente. Me llena de felicidad ver cómo esperan las producciones nacionales, con actores que conocen y quieren. Ojalá se vuelva a hacer ficción. A la cabeza está lla, un personaje muy querido.

—¿Cómo es trabajar con lla?
—Lo iro. Es muy buen actor, muy serio y profesional. Me gusta trabajar con gente así, que sabe la letra, detalles que hacen al todo.

—También trabajaste con Julio Chávez en Signos y El Puntero. ¿Cómo te llevaste?
—Otro excelente profesional. Nunca tenés problemas con gente que se toma en serio el trabajo.

—Volvés a Uruguay con Una, una obra que reflexiona sobre la identidad. ¿Te identificás con las preguntas que plantea?
—Creo que todos nos preguntamos quién somos y cómo nos ven los demás. Es una adaptación de una novela de Pirandello de 1926, y hoy, en tiempos de filtros y redes, está más vigente que nunca. Nos inventamos cosas para que los otros nos vean como queremos, pero igual, cada uno ve con su propia cabeza. Yo qué sé cómo me ve.

—¿Qué te dio el personaje de Angélica?
—Me llegó en el momento justo. Hacía tiempo buscaba qué palabras quería decir. Me gusta el teatro que entretiene, pero si además te hace pensar, es espectacular. Esta obra es filosófica, profunda y sencilla. Me enamoré del proyecto.

—La escribió y dirige tu esposo. ¿Qué implica trabajar juntos?
—Lo bueno es que, al vivir juntos, podemos ensayar todo lo que queremos. Pero no es fácil cuando hay tanta confianza. Me permito decirle “eso no”, cosa que con otro director no haría. Pero lo logramos.

Miriam Odorico es dirigida por su esposo .
Miriam Odorico es dirigida por su esposo, el italiano Giampaolo Samà, en la obra "Una".
Giampaolo Sama'

—Tienen una historia de amor de película. ¿Cómo empezó?
—Nos conocimos en Italia, los dos estábamos casados y éramos matrimonios amigos. Con el tiempo, seguíamos visitándonos, cada pareja se separó y de la amistad nació el amor. En 2007 él se mudó a Argentina.

—¿Qué sentiste al enterarte del cierre de Pol-ka?
—Es una pena. Daba trabajo a muchísimos y se grababa en lugares increíbles. Ver todo eso tirado abajo para construir otra cosa es como cuando cierran un teatro o un cine.

—¿Qué te sigue desafiando como actriz?
—Cada nuevo trabajo es un desafío. Ahora estoy ensayando Al final las tragedias no mejoran a nadie, una comedia liviana y divertida que habla de mujeres de mi edad, la sexualidad y de que siempre se puede volver a empezar. Me encanta transmitir ese mensaje.

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