Actos de Olmos "no puede ser considerados en su totalidad como de naturaleza sexual", según la fiscal

Fiscal cerró el caso por considerar que "no existió" delito, ya que el exdiputado frenteamplista —que le pidió a Casás que le diera "un beso que dure hasta el lunes"— nunca utilizó presiones, amenazas o abusó de su poder.

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Camara de Diputados
Gustavo Olmos, ex diputado del Frente Amplio.
Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.

La exdiputada frenteamplista suplente Martina Casás insistirá en su denuncia contra su excorreligionario, y titular de la banca, Gustavo Olmos, luego que la fiscal Mariana Alfaro resolviera este lunes el archivo del caso. La intención de la exlegisladora es que otro fiscal retome la investigación.

Alfaro dispuso el archivo de las actuaciones, ya que en su opinión "no existen elementos suficientes que acrediten la existencia de medios típicos de la comisión de un delito de abuso sexual".

En su dictamen, al que accedió El País, la fiscal dijo que buena parte de los hechos denunciados no fueron controvertidos por Olmos, y dijo que no pueden ser considerados en su totalidad como actos de naturaleza sexual. Por ejemplo, "abrazos de larga duración, besos en el cachete, en la frente o en la nariz". Al menos, puntualizó, no en el contexto de lo relatado por la denunciante.

"Para que exista delito, tiene que haberse utilizado intimidación, presión psicológica, abuso de poder, amenaza, fuerza o cualquier otra circunstancia coercitiva", explicó. Según señaló, Casás descartó que Olmos haya usado la violencia física o propinado amenazas de ningún tipo.

Para la fiscal, Olmos tampoco realizó ninguna referencia, implícita o explícita, de intimidación o presión a nivel laboral. Tampoco dijo haber observado abuso de poder, aunque no descartó del plano la existencia de una asimetría entre ambos.

"No puede soslayarse que en la carpeta hay evidencias que indican un accionar de la víctima que pudo haber sido interpretado como un consentimiento, complicidad o correspondencia con el interés del indagado", afirmó. Así, agregó, "las formas en las que se demostraban afecto demuestran que no se trató de hechos abruptos o de un cambio de conducta, sino que a medida que aumentaba el cariño y la confianza entre ambos, existió una evolución en las formas de relacionarse". Fue, señaló la fiscal, "algo progresivo". Así, dio cuenta de que, mientras la relación laboral comenzó en 2020, la denuncia de Casás llegó tres años después y que "hay referencias muy afectuosas entre ambos que eran mutuas".

La pericia psicológica que se le practicó a Casás, anexada al expediente, indicó que la denunciante "cuenta con inmadurez emocional e indicadores de dependencia". También señala que "podría tener escasas herramientas psíquicas" para manejar situaciones como la que se planteó. A partir de la sintomatología traumática que evidenció, la pericia concluyó que la exdiputada suplente presenta "emociones que darían cuenta de haber sido expuesta a situaciones de acoso".

La declaración de Casas y la "cabeza" de Olmos"

La investigación se había iniciado el 11 de diciembre de 2023 a partir de la denuncia presentada por Casás, que decía entender que la conducta de Olmos constituía acoso laboral y, "eventualmente", un delito de abuso sexual. Alegó "asimetría de poder" entre ambos, y que Olmos ejerció violencia en el ámbito político y laboral.

Casás dijo haber sido víctima de "manoseos en la zona de los glúteos, abrazos de larga duración y besos cada vez más cercanos a la boca", que se hicieron cada vez más habituales. Todo esto sucedía en el Palacio Legislativo, en giras políticas o en actividades particulares que compartían.

Según declaró, estos hechos comenzaron en setiembre de 2022 y se prolongaron hasta octubre de 2023, cuando, al terminar una reunión, Olmos "le dio tres besos en la boca" y le dijo que "tendrían que arreglar las giras para estar juntos".

Casás dijo que allí se dio cuenta de que esa conducta cariñosa, que en un primer momento tomó como "paternal", no era "accidental".

También sostuvo que en una ocasión en la que Olmos había viajado a Finlandia, ella le dijo "te extraño apenitas" a lo que él respondió que ese "apenitas" le "había dolido".

Según señalo, cuando el diputado se iba de viaje le pedía a ella que "le diera un beso que durara hasta el lunes", aunque aclaraba que lo hacía en forma cariñosa, refiriéndose a un "beso en el cachete".

Como testigos, Casás presentó a la psicóloga Ximena Rodríguez, a la presidenta de la Comisión de Género y Feminismo del Frente Amplio, Patricia González, y a la diputada Micaela Melgar. Las dos últimas integraban sectores políticos diferentes al de Olmos y la exdiputada suplente.

González dijo que Casás le contó que tenía "diferencias" con Olmos y que él "cruzaba límites", que "no sabía cómo negarse" y que temía perder su trabajo. González dijo haber mantenido una reunión con el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, donde se discutieron opciones y caminos posibles para la protección de la denunciante.

Melgar, por su parte, apuntó que se le pidió a Pereira que Olmos "se fuera" para que Casás no tuviera que abandonar su lugar de trabajo. La diputada afirmó que otros legislador le dijeron que Olmos había manifestado que "se había mandado una cagada".

La declaración de Olmos: un "chichoneo"

En su declaración, Olmos aseguró que con Casás tenían una relación de "chichoneo", que ella "se colgaba de su espalda y le daba un beso" y que al despedirse bromeaban con lo de "darse un beso que les durara hasta el lunes", aunque aseguró que su relación "no era de amantes".

Olmos aseguró que, el mismo 30 de octubre de 2023, tras una reunión, "él le dio dos picos, como el que ella le había dado antes". Luego fueron a buscar comida, y todo siguió normal hasta que, horas después, se entero que ella etaba planteando una situación de acoso.

El diputado rechazó que el trabajo de Casás "peligrara", ya que ella no dependía de él, sino de su agrupación política.

Olmos presentó como testigos a varios dirigentes de su sector. Entre ellos, Germán Benítez, Jorge Polgar, Dayana Pérez, Darío Burstin, Laura Cafaro, Martín Vallcorba. Todos aseguraron no haber visto comportamientos inapropiados por parte del Olmos.

También declaró Liliam Kechichian, que dijo haberse enterado de la denuncia luego de que la covocaran a una reunión con Pereira y González. Allí, señaló, la presidenta de la Comisión de Género le pidió que "entregara la cabeza" de Olmos.

Bergara por TV

En su declaración, Casás relató cómo empezó a militar políticamente en Marea Frenteamplista, el sector que compartía con Olmos. Según contó, en 2018 estaba en la casa de sus padres y "apareció Mario Bergara en la televisión", anunciando que iba a ser precandidato a la Presidencia de la República. Y ella, que siempre había militado en el FA, le escribió un mail "contándoles que tenía 24 años, que le faltaba poco para recibirse de bióloga" y que "faltaba una visión ambientalista en el FA", para lo que ella podía aportar.

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