El consumo de bebidas energizantes entre los adolescentes uruguayos va en aumento, señala la décima encuesta nacional sobre consumo de drogas en estudiantes de enseñanza media, realizada en 2024, que se dio a conocer este martes en un evento sobre esta temática organizado por la Secretaria Nacional de Drogas (SND) en Torre Ejecutiva.

De acuerdo a la encuesta del Observatorio Uruguayo de Drogas, la prevalencia de consumo de las bebidas energizantes de venta libre entre los jóvenes de 13 a 17 años de liceos públicos y privados, y UTU, subió en 2024, en comparación con las tres mediciones al respecto que se hicieron desde 2014.

El porcentaje de los adolescentes que probaron alguna vez una bebida energizante llegó en 2024 a 81,8%, mientras que las consumieron en los últimos 12 meses llegó a 65,9%. En los últimos 30 días la cifra baja al 36,9%.

La prevalencia de consumo de bebidas energizantes entre los jóvenes se mantuvo en 2024 en el segundo lugar (65,9%), después del alcohol (67%).

Entre las diferentes drogas, el consumo de las bebidas con gran contenido de cafeína fue la que registró el mayor incremento en la última década. La suba fue ininterrumpida, en un escenario en que el consumo de otras sustancias ha disminuido en el mismo período.

Otro aspecto que surge de la última evaluación es que la edad de inicio promedio de consumo de estas bebidas ha disminuido en todas las mediciones. Mientras en 2018 el promedio ese ubicaba en 13,12 años, tres años después se pasó a los 12,92 años y ahora descendió a 12,60.

Las bebidas energizantes son más consumidas por varones (68,9%) que mujeres (63%).

Entre los varones hay más prevalencia al consumo de estas bebidas que al alcohol (61%). Entre los menores de 14 años, el consumo de energizantes llegó a 63,3%, frente a 47,4% de alcohol.

De acuerdo a la frecuencia de consumo, el 65% de los estudiantes dijo haber consumido bebidas energizantes una o algunas veces en el último año, 23,8% algunas veces por mes y 10,8% algunas veces semanalmente o diariamente.

La encuesta registró que el 79,4% tuvo un registro combinado de estas bebidas con alcohol, lo cual “aumenta tres veces la probabilidad de abusar del alcohol”, puntualizó el observatorio.

Respecto a los motivos para consumir bebidas energizantes, el 57,2% dijo que era por el “sabor”, el 39,9% por la “búsqueda del efecto” y el 15,9% por la “influencia de pares”.

Mientras que el mismo porcentaje (9,4%) dijo consumir estas bebidas “para mezclar con alcohol” y “cuando realizan deportes”.

La docente de la Unidad Académica de Toxicología, de la Facultad de Medicina (Universidad de la República), Alba Negrin, expuso este martes en el evento “Bebidas Energizantes: Mitos y Realidades”, organizado por la SND en Torre Ejecutiva, donde advirtió por el impacto de las bebidas energizantes.

“Es una bomba de sustancias químicas que tienen un impacto en la salud en el sistema neurológico, reproductivo, respiratorio, inmunológico”, dijo Negrin. Tras puntualizar que estas bebidas contienen “cafeína, taurina, conservantes, azúcares o edulcorantes, colorantes, saborizantes y estabilizantes”.

Negrin destacó que estas bebidas que suelen venderse en lata suponen un riesgo para niños y adolescentes porque la cafeína, que es la sustancia más conocida de las bebidas energizantes, “da dependencia farmacológica”. Es decir, que produce una “afectación a la salud integral, genera dependencia, tolerancia y un síndrome de abstinencia”.

“Es una sustancia legal, que la podemos usar, comprar, y que solo puede producir algún trastorno en la salud”, agregó Negrin, que remarcó: “Para los niños, no hay dosis seguras. No deberían consumir más de 2,5 miligramos por kilo de peso corporal”.

La SND, encabezada por el psiquiatra pediátrico Gabriel Rossi, anunció que están trabajando en una estrategia colectiva para la “prevención y reducción de riesgos y daños del uso”.

“Como Estado tomaremos lo que nos corresponde, pero esto no se soluciona a decreto, sino que cada uno desde su lugar vaya introyectando qué puede hacer”, dijo Rossi.

Entre las medidas, la SND adelantó que se van a aplicar “campañas de sensibilización”, remarcando que el mensaje de que “usar bebidas estimulantes tiene riesgos”. Entre los mensajes, se resaltó que “la energía no viene en lata”.

El subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo, catalogó la situación de consumo de bebidas energizantes entre los jóvenes como una situación “preocupante”. “No podemos llevarnos por las reglas del mercado y lo que quiere imponer el capitalismo global que es, ante las situaciones preocupantes, un sálvese quien pueda”, dijo.

“Estamos en presencia de una bebida neuroestimulante, que se refiere como muy sabrosa y altamente adaptable a múltiples circunstancias sociales (...), que sabemos que tiene efectos colaterales importantes”, afirmó Briozzo.

El número dos de Salud Pública puntualizó que el consumo es “bastante generalizado” en la juventud, con un inicio “muy precoz”. Y apuntó: “Es un consumo que está adaptado, absolutamente, al modelo de rendimiento capitalista. Entra como anillo al dedo para rendir cada vez más”.

“No se trata de prohibir, pero sí de tomar en cuenta esto como un problema sociosanitario de relevancia”, indicó Briozzo. Una bebida que “no es saludable, importa, porque en un contexto de aceleración global que vive la humanidad, sobre todo los más jóvenes, con su vínculo muchas veces problemático con la tecnología y las redes, agregar este estímulo neurocognitivo tan permanente nos parece un problema de salud”, añadió.

Tanto el secretario general de la SND, como Briozzo, descartaron en el evento que se vaya a prohibir el consumo de las bebidas energizantes a menores de 18 años, apostando a la concientización de los riesgos por parte de la población.