Redacción El País
En un mundo donde las enfermedades crónicas y la obesidad afectan a millones de personas, la ciencia recuerda que muy a menudo la salud empieza por lo que comemos.

A diferencia de otras recomendaciones alimentarias, el "Plato de Harvard" fue diseñado por investigadores independientes, sin la influencia de intereses agroindustriales. Este enfoque permite que las recomendaciones se basen únicamente en criterios de salud.

“El impacto de la alimentación en la salud es uno de los descubrimientos más importantes de la ciencia médica en los últimos 50 años”, afirmó el profesor Anthony Komaroff, editor de Harvard Health Publications.

La propuesta divide el plato en cuatro secciones, junto con recomendaciones adicionales sobre grasas saludables y bebidas:

• Verduras (50%): deben ocupar la mitad del plato. Se aconseja variedad y colores, evitando las papas por su alto contenido de almidón.
  

  

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• Granos integrales (25%): como arroz integral, avena o quinoa. Estos tienen un efecto más suave sobre el azúcar en sangre en comparación con los granos refinados.
  

  

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• Proteínas saludables (25%): incluyen pescado, aves, legumbres o nueces. Se recomienda limitar el consumo de carnes rojas y evitar por completo las procesadas.
  
• Aceites saludables: como los de oliva, canola o girasol. Ayudan a reducir el colesterol malo y no deben ser sustituidos por grasas trans o saturadas.
  
• Bebidas: el agua debe ser la principal fuente de hidratación. También se aceptan té o café sin azúcar. Las bebidas azucaradas y los jugos deben consumirse con mucha moderación.

La propuesta del “Healthy Eating Plate” surge del compromiso de la Harvard School of Public Health por mejorar la salud global. Con más de 400 profesores y una amplia comunidad académica, esta institución se dedica a la investigación y la educación en áreas clave como la nutrición, la prevención del cáncer, la salud materna y la gestión sanitaria.

El profesor Walter Willett, líder del Departamento de Nutrición de Harvard, fue claro: “Esta herramienta proporciona a los consumidores la información que necesitan para tomar decisiones que pueden cambiar radicalmente su salud y bienestar”.

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En tiempos donde abundan las dietas de moda y la desinformación nutricional, el "Plato perfecto" de Harvard se presenta como una brújula clara, sencilla y científicamente respaldada para quienes buscan una vida más sana. Porque al final del día, comer bien no solo es un acto cotidiano: es una inversión en salud a largo plazo.