Los pulmones son los órganos principales del sistema respiratorio, y existen alimentos y plantas que pueden apoyar su buen funcionamiento. Una de ellas es el jengibre, una raíz aromática con siglos de historia en la medicina oriental.

Aunque se conoce por su sabor característico, la antigua civilización china también lo valoró por sus efectos terapéuticos. Se empleaba para combatir inflamaciones en heridas de combate, aliviar dolores e incluso mejorar la digestión.

Entre sus propiedades, el jengibre destaca por su capacidad para apoyar la limpieza de los pulmones. Su alto contenido de agua lo convierte en un depurativo natural que favorece la eliminación de toxinas del sistema respiratorio. Además, contiene compuestos antioxidantes que protegen las células pulmonares del daño oxidativo generado por los radicales libres.

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El doctor Belal Bin Asaf, experto en cirugía torácica, señala: “Las propiedades antiinflamatorias del gingerol en el jengibre ayudan a reducir la inflamación en el sistema respiratorio, lo que puede aliviar los síntomas del asma y mejorar la respiración”.

Además de sus beneficios antiinflamatorios, el jengibre contribuye a liberar las vías respiratorias. Según Asaf, “también actúa como expectorante, ya que elimina el exceso de mucosidad de las vías respiratorias y alivia la congestión respiratoria”.

Esta raíz milenaria puede consumirse de diferentes maneras: en su forma fresca, como infusión o incorporada en preparaciones culinarias, lo que facilita su inclusión en la rutina diaria.

• Frutas cítricas: naranjas, mandarinas, limones y toronjas son ricas en vitamina C, antioxidante que fortalece el sistema inmunológico, reduce la duración de infecciones respiratorias y protege los pulmones del daño oxidativo.
• Hojas verdes: espinaca, kale, acelga y lechuga contienen clorofila y antioxidantes como la luteína, que ayudan a desintoxicar los pulmones.
• Cúrcuma: su principal componente activo tiene efectos antiinflamatorios significativos, beneficiosos para personas con asma o alergias.
• Ajo: contiene alicina, compuesto con propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias que reduce la inflamación en las vías respiratorias y mejora la oxigenación.
• Manzanas: aportan antioxidantes que ayudan a reducir el daño celular en los pulmones causado por contaminantes ambientales.
• Pescado: salmón, sardinas, atún y caballa son ricos en omega-3, que disminuyen la inflamación crónica en enfermedades como el asma o la bronquitis, fortalecen el sistema inmune y reducen el riesgo de infecciones respiratorias.

Camila Paola Sánchez Fajardo, El Tiempo/GDA